jueves, 25 de agosto de 2016

"SER BUEN DISCIPULO DE CRISTO"

21. Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día.
22. Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca.
23. Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.
24. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
Mateo 16:21-24

Jesús conocia a la perfección su misión en este mundo, sabia que tenia que padecer insultos, desprecios, sufrimiento, odio, dolor y hasta la muerte para que el propósito con que El Padre Celestial lo envió fuera cumplido.
Sabia lo difícil que sería enfrentar todo eso, ya era odiado por los entonces maestros de la ley, las enseñanzas que daba, eran diferentes a las que ellos daban y que eran tradición.

En varias ocasiones, Jesús les habia hablado a sus discípulos de lo que pasaria con Él, que era necesario que todas las profecias se cumplieran y que Jesús muriera en la cruz y resucitará al tercer dia para salvación de nuestros pecados:
Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
Isaías 53:4

Jesús ante todo amaba a Dios y  lo obedecia.
Sabia todo lo que era necesario que viviera por amor a nosotros.

Pedro era uno de sus principales discípulos,  empezó con Él desde los inicios de su predicación y lo amaba profundamente.
Por todo esto, Pedro sentia gran dolor al saber que su amado maestro tenia que pasar por tanto sufrimiento y esto lo llevó a desear que no le aconteciera todo eso a Jesús.
Y aunque al parecer esto era algo bueno y bondadoso, Jesús lo vio como un ataque del enemigo, un estorbo que quería impedir que la voluntad de Dios se cumpliera.

También Jesús nos enseñó que ser su discípulo no es cosa fácil, implica sufrimiento y puede implicar incluso ser odiados, tratados como criminales y tal vez hasta muertos, pues éste mundo no nos va a querer porque no somos de este mundo (Juan 17:16).

Sin embargo debemos vivir en amor y servicio a Dios manifestando ese amor a nuestro prójimo pues estamos en esta tierra para servir a Dios.
Aunque a veces nuestras emociones nos hacen dudar de que el propósito que Dios tiene para nosotros se cumpla, debemos siempre tener nuestra mirada puesta en Dios y confiar en que todo lo que pasa en nuestras vidas es por y para nuestro bienestar.

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