jueves, 18 de agosto de 2016

”VIVIR PARA CRISTO”

Filipinses 1:21
Porque para mi el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.

Pablo tenía una vida de servicio y sujeción a Dios,  estaba enteramente
buscando glorificar a Dios, en su vida y aún en su muerte,  nos dió la
enseñanza de que nuestra vida debe ser Cristo, nuestra vida debe estar
dedicada a servir a Dios recordando para que nos creó Dios

Efesios 2:10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas
obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.


Ese es nuestro propósito en esta tierra como hijos de Dios, y así debemos
vivir, llevando a cabo esas buenas obras para las que hemos sido creados,
proclamando el evangelio y obedeciendo las palabras que dejó Jesús antes de
partir:

Mateo 28 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo
estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.


Así debe ser nuestra vida, un servicio completo a Dios y sabemos que
nuestra muerte, cuando suceda, será ganancia, pero tampoco es algo que
debamos buscar, pues nuestra vida es valiosa y mientras estemos en esta
tierra tenemos la oportunidad de servir a Dios cada día; pero si debemos
tener paz en que cuando ese momento llegue estaremos en la presencia de
Dios y estaremos mucho mejor de lo que estamos actualmente.

Debemos esforzarnos cada día por hacer su voluntad y obedecerle, para que
cuando nuestro Padre, el Dios todopoderoso nos lleve de esta tierra podamos
decir:

2 Timoteo 4

7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.

8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el
Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los
que aman su venida.

Dios nos creó con tanto amor, hechos a Su imagen y semejanza,  después de haberle fallando mediante el pecado, su misericordia fue aún más grande al enviar a su Hijo Unigenito a morir en la cruz para redención y salvación nuestra.

Jesús no solo nos dio la salvación mediante su sacrificio, sino que con su vida nos mostró cual debe ser el principal propósito en nuestras vidas, y es servir a Dios de todo corazón, dando a conocer del Evangelio, ser testimonio vivo de lo que el Espíritu Santo que habita en nosotros, llevar una vida que a Dios le agrade, siguiendo el ejemplo de nuestro Señor Jesús, el varón perfecto que honro y obedeció siempre a nuestro Padre Eterno, y tal como Jesús lo hizo debemos servirle y guardar sus mandamientos tal como Él lo hizo mientras habito esta tierra.
Dios es perfecto y si seguimos aqui es porque aún tenemos esa misión que cumplir y algún dia nuestro esfuerzo y fe serán recompensados por el Dios todopoderoso, bueno y justo a quien servimos.

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