Proverbios 22:22-23
22 No robes al pobre, porque es pobre,
Ni quebrantes en la puerta al afligido;
23 Porque Jehová juzgará la causa de ellos,
Y despojará el alma de aquellos que los despojaren.
Todos pasamos por situaciones dificiles y también etapas buenas en nuestra vida, precisamente porque sabemos lo difícil que es cuando estamos en medio de una prueba, no debemos por ningún motivo aprovechar la ventaja que tengamos sobre otros, porque Dios omnipresente y que todo lo ve, juzgará a aquellos que hagan daño a nuestro prójimo por el simple hecho de tener ventaja sobre él, antes bien, en la medida de nuestras posibilidades y con todo el corazón, ayudemos a aquellos que más lo necesitan; nunca sabemos cuando podemos necesitarlo nosotros.
Pero de igual forma, hay quienes de manera totalmente legal pero sin nada de amor ni escrúpulos roban a otras personas y hay quienes sacan beneficio de otros cuando tienen la oportunidad. Puede haber quien a este tipo de acciones incluso las considere inteligentes.
Debemos evitar este tipo de comportamientos en cualquier momento y ayudar a quien podamos ayudar en lugar de sacar ventaja de ellos porque esas injusticias Dios las está viendo. De la misma manera, debemos de tener confianza, cuando alguien nos roba o comete algún abuso contra nosotros, debemos confiar en Dios porque Él es quien nos defiende, nuestro escudo; y nosotros tenemos instrucciones de parte de nuestro Padre de vencer al mal con el bien y amar a nuestros enemigos.
Salmos 3:3 Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí;
Mi gloria, y el que levanta mi cabeza.
Pero con nuestra mirada siempre puesta en nuestro Dios, dejemos a Él este tipo de situaciones de las cuales quizá en algún momento también hemos sido afectados o nos han hecho daño y quiza hemos albergado en nuestro corazón malos sentimientos como rencor, ira y dolor.
Guardémos nuestro corazón, templo del Espíritu Santo, libre de sentimientos que no agraden a Dios y dejemos todo en manos de Él:
Romanos 12
19 No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.
20 Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.
21 No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.
Mateo 5
44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
Dios es infinitamente bueno y generoso, confiemos todas nuestras decisiones a Él, teniendo la certeza de que es un Dios justo, y busquémos seguir el ejemplo de Jesús, de vencer el mal con el bien.
Y recordemos siempre el segundo mandamiento que Jesucristo nos dejó:
Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.
Marcos 12:31
Si tenemos presente siempre esta enseñanza que Jesús nos dio, buscaremos hacer el bien a nuestros semejantes y no haremos daño a aquellos que estén en desventaja.
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