EL CRECIMIENTO DEL CRISTIANO

¿Hace cuanto tiempo que conociste de Cristo?, ¿Cuántos años tienes llamándote cristiano?, ¿Este tiempo se refleja en tu comportamiento actualmente?
Estas son preguntas que todo creyente debería hacerse ocasionalmente, con estas sencillas preguntas podemos darnos cuenta si ha habido crecimiento espiritualmente hablando.
El crecimiento espiritual es un proceso que es constante, y que dura toda la vida. sin embargo en muchos casos este proceso se detiene y el cristiano se queda estancado en su crecimiento o incluso retrocede.

HEBREOS 5:11 - 13
¹¹ Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír.
¹² Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.
¹³ Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño;

Es necesario ocasionalmente detenernos en el camino y ver si nuestro comportamiento no esta siendo como el de un niño el cual apenas va aprendiendo, al cual le cuesta trabajo obedecer, el cual necesita que le enseñen lo mas básico porque no es capaz todavía de aprender otro tipo de enseñanzas,

1 CORINTIOS 3:1 - 3

De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. ² Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía,
³ porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?

Es triste y debemos tener cuidado que después de haber pasado tiempo de conocer de Cristo, después de tiempo de estar caminando con Él, nuestro comportamiento refleje solamente un hombre carnal como cualquier otro hombre, pues todavía hay celos, contiendas, disensiones, es decir, todavía el pecado reina en nosotros.

1 CORINTIOS 2:12 y 13
¹² Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido,
¹³ lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.

Debemos tener bien presente, que cuando recibimos a Cristo recibimos el Espíritu que proviene de Dios y esto es para que podamos entender lo que Dios nos ha dado, es para que podamos conectarnos nuevamente con nuestro creador, es para que disfrutemos de la comunión con Dios, pero necesitamos que le dejemos el control a este Espíritu, para que realmente haya ese cambio necesario en nuestra vida, dejando de comportarnos como una persona que no conoce de Cristo.

1 CORINTIOS 2:14
¹⁴ Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.

El mundo escucha pero no entiende lo que Dios les quiere decir, porque ellos no tienen forma de entenderlas, pero aquellos que hemos creído y que le hemos recibido, ¿Por qué no esta notándose la diferencia?, entendemos lo espiritual, pero no lo hacemos.

1 CORINTIOS 2:15 y 16
¹⁵ En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie.
¹⁶ Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.

Nosotros tenemos la mente de Cristo, es decir nosotros entendemos que Dios quiere que hagamos, pero muchas veces no lo practicamos, y al no practicarlo no podemos hacernos maestros, no podemos ser expertos en ejercitar la obediencia, porque preferimos desobedecer frecuentemente viviendo como aquel que no ha oído.

HEBREOS 5:14

¹⁴ pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.

La invitación es ejercitarnos en el discernimiento del bien y el mal, con el Espíritu que Dios nos ha dado sabemos bien que es lo correcto y que es lo incorrecto, busquemos practicar el bien, para que realmente vaya habiendo esa transformación en nosotros, para que realmente lo que reflejemos cuando la gente nos vea sea a Cristo, eso solo lo lograremos permitiendo que el viva a través de nosotros

Si dejamos que Cristo nos vaya transformando a través de su Espíritu y manteniendo esa comunión con el Padre, podremos ver que el pecado va quitándose de nuestra vida, esas malas costumbres, malos hábitos, malas acciones que antes realizábamos, se van quitando de nuestra vida, podremos ser perfeccionados como Dios quiere.