miércoles, 21 de septiembre de 2016

"CLAMAR ¡ABBA, PADRE!

Cuando Dios nos da la gracia de ser escogidos por Él y que llegue a nosotros el Evangelio, palabra de Dios, que mediante el ejemplo de vida de Jesús y mediante su gran sacrificio en la cruz, nos da la oportunidad de tener la salvación, de tener una vida eterna a Su lado.
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
Efesios 2:8.

Dios nos da la bendición de ser salvos por su bendita gracia y amor, porque aún sin merecer nada, siendo nosotros pecadores, envió a Su hijo Jesús  a morir por nosotros y mediante su bendita sangre, somos nosotros purificados para tener una nueva relación con Dios.

" Etimología. Palabra perteneciente a la lengua aramea cuyosignificado es 'papá'. En las lenguas semíticas el vocablo 'Ab'significa 'fuente', en hebreo se escribe אב y tiene ya elsignificado de 'padre', fuente constante de vida. En arameoAbbá se escribe אבע y literalmente significa “oh, padre” o “el padre”."

Gálatas 4:6
Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!

Cuando reconocemos con nuestra boca que Jesús es El Señor, Su Espíritu Santo entra a habitar en nuestro corazón para transformarlo y llevar una vida agradable a Dios.

Romanos 8:15
Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!

Cuando el Espíritu Santo entra a nuestro corazón y empieza a transformarnos mediante su inmenso amor y gracia, tengamos la certeza de que Dios nos ha recibido como hijos suyos, herederos de Su gracia y amor que nos muestra día con día.

Jesús aún en medio de la prueba más dificil confió en Dios plenamente y asi como Él lo hizo podemos clamar ¡Abba, Padre! teniendo la certeza de que nuestro Dios es maravilloso y podemos acercárnos a Él como un padre cariñoso, comprensivo y bueno que nos ama y nos cuida.
Marcos 14:36
Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú.
Asi como Jesús, tengamos la confianza de que nos escucha y amorosamente nos guia hacia su luz y paz.

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