Jesús nos dejó un propósito muy importante que debemos de obedecer y buscar la manera de cumplirlo como es Su voluntad.
Nosotros hemos sido bendecidos al recibir el mensaje de la salvación y del inmenso amor de un Dios omnipotente, que nos cuida y protege, como Jesús mismo lo prometió, todos los dias hasta el fin del mundo.
Por amor a nuestro Padre Celestial, por gratitud al sacrificio de nuestro Señor Jesucristo y por la bendición que tenemos de ser hijos de Dios, tenemos ese privilegio de difundir la palabra de Dios y hacer discípulos a las naciones, de ser un granito se arena para que alguien más sea salvo, desde un hermano, hasta esa persona que aunque no conozcamos, puede cargar gran sufrimiento en el alma, el cual sólo Jesús puede aligerar, teniendo plena confianza en Dios.
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Mateo 28:19-20
Vivimos en un momento de gracia, lo cual no significa que Dios nos haya olvidado o que no cumplirá Su promesa de volver.
Sino que el amor y misericordia de Dios son tan grandes, que aún sin merecerlo, nuestro Padre nos está dando la oportunidad y tiempo de arrepentirnos, de seguir por el camino recto que nos lleva hasta Él.
Por amor a nosotros ha derramado Su bendita gracia para que todo aquel que crea en nuestro Señor Jesucristo como su Señor y Salvador y lo declare con su boca, será salvo.
Dios no es hombre para mentir, Él cumplirá su promesa de volver por aquellos que le amamos y creemos en su poder y misericordia.
El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
2 Pedro 3:9
No echemos en saco roto cuando escuchemémos que nuestro Señor Jesucristo viene pronto:
Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre.
Mateo 24:27
Nadie conoce cuando será ese dia, ni siquiera los mismos ángeles, sólo él Padre.
Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.
Apocalipsis 1:3
¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.
Apocalipsis 22:7
Tengamos la sensatez y sabiduria de vivir cada día como a Dios le agrada, no sabemos cuando será nuestro último minuto, día u hora para arrepentirnos, para invitar a nuestro Señor Jesucristo entre en nuestras vidas y su Espíritu Santo sea derramado en nuestro ser.Y hagámos lo que Él nos mando: Mateo 28: 19-20
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