Salmos 23 1-6
1._ Jehová es mi pastor; nada me faltará.
2._ En lugares de delicados pastos me hará descansar;Junto a aguas de reposo me pastoreará.
3._ Confortará mi alma;Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
4._ Aunque ande en valle de sombra de muerte,No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
5._ Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
6._ Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
En este hermoso Salmo del profeta David nos habla de la gran bondad de nuestro Padre Celestial, pero sobre todo, de la confianza que debemos tener en Él sin importar nuestras circunstancias.
Sé que en momentos de alguna dificultad, prueba o reto, nuestra confianza en Dios se tambalea, pero en esos momentos en que más frágiles nos sentimos, recordemos de donde nos ha sacado Dios y hasta donde hemos llegado gracias a sus favores y misericordias, porque aún sin merecerlo, Él jamás nos abandona:
Porque un momento será su ira,Pero su favor dura toda la vida.Por la noche durará el lloro,Y a la mañana vendrá la alegría.
Salmos 30:5
Luchemos porque en cada situación nuestro corazón quede libre de angustias, miedos o dudas.
Dios nunca nos abandona, somos sus hijos y Él es nuestro sustento y protector.
Busquémos la Presencia de Dios en oración, dando gracias siempre por sus misericordias, escudriñando las Escrituras y obedeciendo sus preceptos.
Debemos mantener firme nuestra confianza en Dios, teniendo la convicción de que Él está con nosotros cada día y aún después de que dejemos está tierra, Dios confortará nuestra alma y sus misericordias nos acompañarán todos los dias de nuestra vida.
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