Deuteronomio 29:29 Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley.
Como cristianos afirmamos que la Biblia es la Palabra de Dios, sabemos que Dios nos enseña por medio de ella y que debe ser nuestra guía y principal fuente a donde recurrir para nuestra vida. Sin embargo muchas veces no la estudiamos, aunque debiera ser algo que hiciéramos a diario, y nuestra primer fuente a donde recurrir buscando dirección no siempre es así.
Podemos llegar a desanimarnos al leerla y no poder entenderla. Definitivamente van a haber cosas que no lograremos entender probablemente en toda nuestra vida, sin embargo Dios nos va enseñando y revelando lo que necesitamos para cumplir la obra que Él nos ha encomendado en esta tierra, ya sea que sepamos y entendamos poco o mucho de su Palabra, debemos seguir escudriñando y Dios nos seguirá revelando lo que debamos saber. No es una tarea fácil y mucho menos algo instantáneo, requiere de constancia, paciencia y disposición de nuestro corazón ya que no se trata de adquirir conocimientos intelectuales sino que es parte de un crecimiento espiritual y va de la mano con la oración y el poner en práctica lo que vamos aprendiendo, pues no se trata de saber más por el puro orgullo de saber más sino de vivir lo que Dios nos va enseñando para llevar a otros de su amor y bendición.
Debemos pedirle a Dios que nos vaya revelando lo que Él quiere que aprendamos e irlo poniendo en práctica en amor y obediencia a aquél que nos amó y nos salvó.
Como cristianos afirmamos que la Biblia es la Palabra de Dios, sabemos que Dios nos enseña por medio de ella y que debe ser nuestra guía y principal fuente a donde recurrir para nuestra vida. Sin embargo muchas veces no la estudiamos, aunque debiera ser algo que hiciéramos a diario, y nuestra primer fuente a donde recurrir buscando dirección no siempre es así.
Podemos llegar a desanimarnos al leerla y no poder entenderla. Definitivamente van a haber cosas que no lograremos entender probablemente en toda nuestra vida, sin embargo Dios nos va enseñando y revelando lo que necesitamos para cumplir la obra que Él nos ha encomendado en esta tierra, ya sea que sepamos y entendamos poco o mucho de su Palabra, debemos seguir escudriñando y Dios nos seguirá revelando lo que debamos saber. No es una tarea fácil y mucho menos algo instantáneo, requiere de constancia, paciencia y disposición de nuestro corazón ya que no se trata de adquirir conocimientos intelectuales sino que es parte de un crecimiento espiritual y va de la mano con la oración y el poner en práctica lo que vamos aprendiendo, pues no se trata de saber más por el puro orgullo de saber más sino de vivir lo que Dios nos va enseñando para llevar a otros de su amor y bendición.
Debemos pedirle a Dios que nos vaya revelando lo que Él quiere que aprendamos e irlo poniendo en práctica en amor y obediencia a aquél que nos amó y nos salvó.
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