Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Efesios 6:12
lunes, 3 de octubre de 2016
"UNIDOS POR UN BIEN COMÚN"
Éxodo 17:8-16
Entonces vino Amalec y peleó contra Israel en Refidim. Y dijo Moisés a Josué: Escógenos varones, y sal a pelear contra Amalec; mañana yo estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano. E hizo Josué como le dijo Moisés, peleando contra Amalec; y Moisés y Aarón y Hur subieron a la cumbre del collado. Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec. Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol. Y Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada. Y Jehová dijo a Moisés: Escribe esto para memoria en un libro, y di a Josué que raeré del todo la memoria de Amalec de debajo del cielo. Y Moisés edificó un altar, y llamó su nombre Jehová- nisi; y dijo: Por cuanto la mano de Amalec se levantó contra el trono de Jehová, Jehová tendrá guerra con Amalec de generación en generación.
Hoy vamos a hablar acerca de Éxodo 17 del 8-16.
Trata sobre la batalla que hubo entre Israel y Amalec, yo considero que hay muchas enseñanzas en este pasaje que son aplicables a nuestra lucha día a día como cristianos.
No me queda claro de cual era el motivo por el cual Moisés levantaba sus manos, no se si es algo que Dios le pidió o si en ese momento Moisés oraba o pedía dirección a Dios, el punto es que se dieron cuenta de que cuando Moisés levantaba sus manos el pueblo de Israel tenía ventaja y cuando las bajaba el pueblo de Amalec la tenía.
Es interesante como Moisés recibió ayuda de Aarón y Hur, quienes sostenían sus manos. Moisés no lo hizo solo, sino que necesitó ayuda de ellos para mantener sus manos en alto,
Moisés no estaba en el campo de batalla, pero su trabajo era necesario, a veces como cristianos nuestro servicio a Dios o a nuestros hermanos es desde fuera, algunas veces nos sentimos impotentes al no poder resolver alguna situación o ayudar a alguno de nuestros hermanos y olvidamos que muchas veces nuestra tarea no está dentro del campo de batalla sino desde fuera y nuestra principal herramienta que siempre tenemos disponible y muchas veces desvaloramos es la oración.
Del mismo modo algunas veces necesitamos ayudar o ser ayudados por nuestros hermanos. Aarón y Hur hicieron también una tarea necesaria para poder ganar esa batalla.
Finalmente quienes estaban en el campo de batalla dirigidos por Josué eran quienes libraban la batalla fisicamente.
Podemos ver que todos necesitaban a todos y debían ir en la misma dirección, así debemos ser los cristianos como hijos de Dios; decididos, valientes y obedientes trabajando en equipo, haciéndonos fuertes unos a otros. Somos parte de la iglesia de Dios y necesitamos de los demás, necesitamos tanto ayudar como ser ayudados y todos con el propósito de hacer la tarea que Dios nos ha encomendado.
Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso.
1 Corintios 12:14-18
Se puede decir que asi como todos necesitamos ayuda en nuestro diario vivir, podemos ayudar de alguna manera a quien nos necesite.
Cómo cuando dice que cada miembro del cuerpo es necesario para formarlo, cada uno tiene su función y propósito para que el cuerpo funcione de manera correcta, así cada cristiano tiene un propósito que ayuda en la realización de la misión que Dios jos encomendó y para la cual fuimos bendecidos con dones.
Todos podemos servir a la obra del Señor, desde cualquier lugar, ya sea intercediendo en oración por los hermanos, la cual es un arma sumamente poderosa para estar fortalecidos en Dios y en el amor y asi tener la fortaleza necesaria para enfrentar la vida.
Ayudándonos unos a otros en todo momento y amor fraterno y de corazón.
Cada uno de nosotros puede tener la bendición de servir a Dios y ayudar a nuestros semejantes dando testimonio real del amor de Cristo que habita en nosotros.
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Excelente explicación. Muchas gracias. Saludos desde Panamá
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