23.Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;
24.sabiendo que del Señor recibiréi s la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.
Colosenses 3:23-24
24.sabiendo que del Señor recibiréi s la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.
Colosenses 3:23-24
Hay muchas cosas de nuestro vivir que nos cuestan mucho trabajo y no nos gusta hacer, desde la más simple como tareas domésticas hasta incluso saludar a alguien que alguna vez nos hizo daño.
Pero, ¿si cambiaramos ese enfoque?
Si hiciéramos todas las cosas de nuestra vida pensando una sola cosa: AGRADAR A DIOS.
No a los hombres, a quienes nunca tendrás contentos por completo, pero Dios jamás falla.
Pablo no nos dice que hagamos algunas cosas de corazón, él dijo "todas", no importa lo insignificante que parezca para los demás o para nosotros mismos, para Dios que tanto nos ama, nada que hagamos le parecerá pequeño y mucho menos si lo hacemos de corazón y con la única intención de agradar a nuestro Señor Jesucristo, a quien servimos y amamos profundamente.
Recordando siempre que la recompensa a nuestros actos viene de nuestro Señor y de Él recibiremos la herencia de la vida eterna,
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Juan 3:16
Así es de inmenso el amor de Dios por nosotros que para salvarnos dio su único hijo y así tener la herencia de la salvación mediante el sacrificio de nuestro Señor Jesucristo.
Pero, ¿si cambiaramos ese enfoque?
Si hiciéramos todas las cosas de nuestra vida pensando una sola cosa: AGRADAR A DIOS.
No a los hombres, a quienes nunca tendrás contentos por completo, pero Dios jamás falla.
Pablo no nos dice que hagamos algunas cosas de corazón, él dijo "todas", no importa lo insignificante que parezca para los demás o para nosotros mismos, para Dios que tanto nos ama, nada que hagamos le parecerá pequeño y mucho menos si lo hacemos de corazón y con la única intención de agradar a nuestro Señor Jesucristo, a quien servimos y amamos profundamente.
Recordando siempre que la recompensa a nuestros actos viene de nuestro Señor y de Él recibiremos la herencia de la vida eterna,
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Juan 3:16
Así es de inmenso el amor de Dios por nosotros que para salvarnos dio su único hijo y así tener la herencia de la salvación mediante el sacrificio de nuestro Señor Jesucristo.
Por eso todo lo que hagamos, debemos hacerlo de corazón, ya sea complicado o difícil, haciéndolo siempre con la intención de agradar a Dios, nuestro Padre Celestial, sabiendo siempre que así mismo Él nos recompensará.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario