jueves, 16 de junio de 2016

" INFINITO AMOR DE DIOS "

¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
Romanos 8:35

Jesús no nos dijo que la vida seria fácil, cada uno a su manera hemos vivido tribulación y angustia, dolor, sufrimiento, enfermedad, pérdidas de seres queridos, fracasos laborales, persecución o crítica por nuestras creencias, nuestras diferencias en clase social, aspecto físico, o manera de ser y/o vivir, que nos han hecho sentir que el mundo se nos cae lentamente a pedazos.

Pero gracias a Dios, nada es eterno, todo pasa como se lo dijo a Job después de haber vivido tantas calamidades, dolor, sufrimiento físico y emocional, críticas y reproches de gente que amaba, como su esposa y gente que lo rodeaba, aún con todo eso conocía y sabía de la grandeza de Dios, sabía que nadie era más grande y poderoso que Él.

Y aunque en algún momento también la ira y la frustración se apoderaron de el, sabía que sólo Dios tenía el poder de sacar su vida de ese hoyo profundo y oscuro y jamás se alejó de Dios, siguió creyendo y confiando en la perfección y sabiduría del Todopoderoso y a su vez Él le dejó esta promesa, que también dio paz a su alma, como puede dar a la nuestra.

Y olvidarás tu miseria, O te acordarás de ella como de aguas que pasaron.
Job 11:16


Nosotros, también humanos como Job, era humano, con miles de debilidades y defectos que Dios conoce a la perfección y aún así su amor es infinitamente grande y jamás nos dejará ni aún en nuestras derrotas, enojos, tristezas y dolor.

Dios siempre está ahí...siempre. Sin importar la situación por la que estemos pasando, el todopoderoso está con nosotros. Y Dios nos mostró su amor entregando a su propio Hijo para perdón de nuestros pecados, su amor fue tan grande que no se quedó solo en palabras sino que en un acto de amor Jesús fue crucificado, el justo por los injustos, por pura gracia y misericordia.

Ahora, nuestra tarea es amar a Dios, amando a nuestro prójimo, con hechos, no solo con palabras, así como Él nos amó y entregó a su Hijo nosotros también debemos amar con hechos. El amor nunca deja de ser.

Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Romanos 8:38-39

No hay comentarios.:

Publicar un comentario