lunes, 18 de julio de 2016

LA IDOLATRIA EN LA ACTUALIDAD

A travez de la Biblia podemos ver en repetidas ocasiones como Dios le habla a su Pueblo pidiendo que tengan cuidado en caer con la idolatría, es muy interesante como aparta el primer y segundo mandamiento dado en Exodo 20 para exhortar al pueblo acerca de este tema:

No tendrás dioses ajenos delante de mí.
No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen (Exodo 20:3 -5)

Desde que Dios por su gracia les da las indicaciones que deben seguir para vivir conforme a su voluntad, es muy claro, le hace ver a su pueblo la necesidad de ponerle toda la atención a Él, con todo el poder que Él les había mostrado esperaba que el pueblo entendiera que Él era el único digno de recibir toda adoración, toda la gloria y la honra. Pero como responde el pueblo ante este primer y segundo mandamiento: Apenas un poco mas adelante en Éxodo 32 el pueblo se une para crear un becerro de oro.

Por esta razón es que Dios constantemente tiene que repetir este mandamiento:

No os volveréis a los ídolos, ni haréis para vosotros dioses de fundición. Yo Jehová vuestro Dios. (Levítico 19:4)

Dios sabia que el pueblo fácilmente voltearía a ver o buscar otros dioses, por esta razón  les dice estas palabras:

Mas así habéis de hacer con ellos: sus altares destruiréis, y quebraréis sus estatuas, y destruiréis sus imágenes de Asera, y quemaréis sus esculturas en el fuego. (Deuteronomio 7:5)

Nuevamente mas adelante en el libro de Reyes podemos encontrar que el pueblo no obedeció, pues eran elaboradas imágenes y edificados lugares altos para sacrificio de otros dioses. Pero, actualmente ¿como son las cosas?, al parecer no han cambiado mucho, Dios no cambia y sus mandamientos persisten, el nos sigue pidiendo que cumplamos con este mandamiento. En San Mateo 22:37 y 38 Jesús dice: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.  Este es el primero y grande mandamiento.

El mandamiento esta ahí pero el pueblo continua desobedeciendo, en el mundo nos encontramos a gente que deposita su confianza en un pedazo de madera, o en una piedra, o en una estampilla, hay quien adora a la creación (animales, estrellas, la luna, el sol) antes que adorar al Creador, hay quien adora ángeles o incluso hay quienes adoran la cruz y se olvidan de adorar a quien fue crucificado. Todo esto son cosas las cuales muchas veces llegan a ocupar el lugar de Dios.

Pero si nos detenemos a analizar que es la idolatría, podemos observar que la idolatría es una palabra que proviene del griego y que significa adorar a una imagen, esta imagen, puedes ser cualquier objeto, animal, persona e incluso ser que pudiéramos imaginar, el objeto que es adorado se convierte en un falso dios, es decir, un ídolo. Debemos analizarnos, porque quizás en nuestra vida hay muchos de esos falsos dioses (ídolos) y no nos hemos dado cuenta. Quizás nuestra adoración esta dirigida hacia una persona famosa, o incluso hacia algún líder religioso.

Incluso si profundizamos un poco mas, puede ser que nuestras propias riquezas, nuestro trabajo, nuestras actividades recreativas han llegado a desplazar a Dios del lugar que el merece.

24 Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. (San Mateo 6:24)

Tengamos cuidado en quien depositamos nuestra confianza, veamos bien a quien o a que estamos adorando, y como dice en Deuteronomio, derribemos esos altares, destruyamos esas estatuas, esas imágenes que hemos permitido que entren en nuestra vida, que de una u otra forma el mundo que nos rodea logro que volteáramos nuestros ojos hacia ellos. Como dice en 1a de Corintios 10:14: Por tanto, amados míos, huid de la idolatría. Dejemos a Dios en el lugar que le corresponde, y que nuestra vida sea para Aquel que nos ha regalado la vida eterna.

Estos confían en carros, y aquéllos en caballos;Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria.
Ellos flaquean y caen,
Mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie. (salmos 20:7 - 10)









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