viernes, 29 de julio de 2016

"EL GRAN VALOR QUE TENEMOS PARA DIOS"

18.sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, 
19.sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,
1 Pedro 1:18-19

En ocasiones desperdiciamos la vida en cosas vanas que no son de provecho para nuestro ser, mucho menos para nuestra alma, corazón y espíritu.
Todo esto nos aleja de la presencia de Dios y llevar una buena comunicación con Él.

Dios nos creo con inmenso amor y aunque con el pecado le hemos fallado grandemente, en su gran bondad y por el infinito amor que nos tiene envió a su Hijo a morir en la cruz para nuestra salvación.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Juan 3:16

Es tan grande el amor de Dios por la humanidad, que envió a su único hijo a morir por nosotros, como sacrificio puro, El justo por los injustos, ( Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;
1 Pedro 3:18)
para que por medio de su preciosa sangre, pudiéramos obtener el perdón y la salvación para poder algún día estar en Su presencia.
Valemos tanto para Dios, que a pesar de que con su gran poder pudo destruir la humanidad por completo, su amor y misericordia hacia nosotros son más grandes y nos rescató del pecado por medio de la preciosa sangre de Jesús.

El apóstol Pedro nos recuerda que Dios nos eligió, que somos linaje escogido, a pesar de no ser pueblo Dios nos hizo serlo y nos dio el sello de ser salvos por medio de la sangre preciosa de Cristo.
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.
1 Pedro 2:9-10

Por todo esto debemos recordar siempre lo valiosos que somos para nuestro Padre Eterno, que no dudo en enviar a su único hijo siendo inocente, a morir crucificado, para rescatarnos del pecado. 
Que nos llamo de las tinieblas a su luz admirable, para ser portadores y predicadores del Evangelio, debemos servirle compartiendo su Palabra y recordando siempre cuan valiosos para Nuestro Papá del cielo, nuestro Creador bueno que nos muestra su misericordia cada día. 
Y nos debemos olvidar que fuimos comprados por la preciosa sangre de Nuestro Señor Jesucristo, gracias a su infinito amor y bondad.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario