Vivimos en una sociedad que poco a poco ha ido trastornando el orden perfecto de Dios y cada día la sociedad en general se desvía de la santidad de Dios y tristemente muchas veces los cristianos solo contemplamos como es que esto sucede.
Es interesante ver como de unos años para acá las mujeres ya estudian en la escuela, terminan carreras universitarias, ejercen su derecho al voto, incluso ocupan puestos importantes en el gobierno del país, lo cual no creo que sea algo malo, sin embargo vemos que la mujer ha querido llegar a ser como el hombre, ha buscado hacerse igual que el hombre, apoyándose de la idea de que somos iguales ante la ley, sin embargo esto sucede sin darse cuenta de que esa forma de actuar va en contra del plan perfecto de Dios.
Esta declaración anterior muchas veces se ha malinterpretado haciendo ver a la Iglesia como una sociedad machista que hace a un lado a la mujer. Pero, que dice Dios ante todo esto, que encontramos en la Biblia:
18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.
19 Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre.
20 Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para él. (Génesis 2:18 - 20)
Una vez que Dios había formado al hombre, percibió que le hacia falta algo, fue cuando trajo a todo animal que había formado, para que Adán les diera un nombre, sin embargo, no se halló ayuda idónea para él.
Esta última frase es muy importante, no se halló ayuda idónea para él, entre todo lo creado, incluido el mismo hombre, no se encontró ayuda idónea, quizás los animales que le rodeaban a Adán le podían servir de ayuda, pero ayuda idónea no se encontró, le hacia falta algo, un complemento, Dios sabía bien que era:
21 Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar.
22 Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre (Génesis 2:21 y 22)
Dios encontró el complemento perfecto para el hombre, LA MUJER, la cual vendría a ser una ayuda idónea para el hombre. Desde este momento Dios estableció claramente el papel de la mujer, quien sería el complemento del hombre.
A veces podríamos pensar como hombres que podemos hacer las cosas solos, o las mujeres pudieran pensar que pueden solas, pero de alguna forma Dios nos hace ver que necesitamos uno del otro, que uno complementa al otro, que uno no es mas que el otro, que Dios nos ama por igual,
27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. (Génesis 1:27 - 28)
Dios nos da el mandamiento a ambos de cuidar de la creación, de ser señores sobre toda la creación, pero funcionando uno como el complemento del otro, Dios nunca dijo que serían iguales, desde el momento que Él decidió hacer una mujer fuer porque sería diferente al hombre, sería ese complemento que necesitaría para llevar a cabo la tarea que Dios le daría. Para ejemplificar pensemos cuando nos comemos una hamburguesa con papas, jamás las papas saben igual que la hamburguesa, ni la hamburguesa sabe igual que las papas, siempre serán un muy buen complemento una de la otra, de la misma forma, la mujer y el hombre, nunca serán igual, cada quien tiene que cumplir funciones especificas, al hombre se le demandará ciertas cosas y a la mujer se le demandarán otras pero todo según el orden de Dios y las capacidades que Dios le ha dado a cada uno.
Entonces cada vez que escuchemos hablar del tema de igualdad ante la ley, no nos confundamos, quizás la mujer y el hombre ante la ley cuentan con los mismos derechos y las mismas obligaciones, incluso ante Dios tanto hombres como mujeres seremos juzgados de la misma forma, pero cada quien funcionando según el diseño de Dios, así que no perdamos la oportunidad de compartir como fue que Dios nos creó y como es que esta igualdad que busca la sociedad nunca se podrá dar, lo único que se seguirá consiguiendo es mas hogares divididos, mas confusión dentro de esta sociedad, al grado de encontrar mujeres que se quieren comportar como hombres y hombres que buscan comportarse como mujeres, creencias como pensar que nacemos sin un género, y que podemos escogerlo conforme vayamos creciendo.
No dejemos que la sociedad nos venda la idea de que la hamburguesa y las papas son lo mismo y abramos bien los ojos para no perder de vista lo que Dios nos ha establecido.
22 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;
23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. (Efesios 5:22 y 23)
Mujeres sujétense a su marido, como la Iglesia se sujeta a Cristo, funcionen como ese cuerpo que su marido necesita.
25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, (Efesios 5:25)
Hombres amemos a nuestra esposa como Cristo ama a la Iglesia, y funcionemos como esa cabeza que le da su lugar y le pide ayuda al cuerpo.
Como dice Timoteo 5, veamos a las ancianas como madre y las jovencitas como hermanas cuidando de ellas.
Valoremos las capacidades que Dios nos ha dado e intentemos restablecer el orden que Dios ha establecido, empezando por nuestra propia casa.
Ojo, en ningún lado se menciona que las mujeres no estudien o no trabajen, lo pueden hacer, pero no intenten hacerlo igual que los hombres, háganlo como aquella mujer que se menciona en Proverbios 31., hombres vivamos buscando ser esa cabeza, como se describe en Salmo 1, y ejerzamos los derechos y obligaciones como la ley lo manda pero cada quien con los roles que Dios nos ha mandado.
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